5.16.2011

Un domingo en el Rastro




Uno de los sitios más típicos y castizos de Madrid, es el Rastro. Si uno se levanta tempranito un domingo, y encima luce el sol, su visita, es uno de los mejores planes que se pueden hacer. Es obvio que tienes que tener pasión y curiosidad por lo antiguo, pero si no la tienes, puedes ir como si fueras un turista. Si quieres encontrar cosas que merezcan la pena y comprar, cárgate de energía para preguntar por los mil y un objetos que te ofrecen los puestos y ve con un poquito de ganas de regatear, porque les gusta ese juego . Se encuentran muebles antiguos y objetos que, antaño, no despertarían ninguna curiosidad, pero hoy en día, por su aroma al pasado y por  sus formas, nos encantan para decorar. Me llamaron mucho la atención los teléfonos, las radios, las cámaras de fotos, máquinas de escribir y  también, numerosos objetos que se utilizaban para el campo, como las medidas, cencerros, pesas romanas ...
Confieso que sufrí un flechazo total con una cámara de fotos de los años 50, de marca Foyer fixe, francesa, (no sé si influyó el hecho de haber visto la película de Woody Allen ambientada en el París de los años 20, que me encantó). Se la compré a "los de Alarcón", salaos y graciosos como ellos sólos. Tenían cosas que merecían la pena.



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